jueves, 1 de diciembre de 2011

No sin mi ibuk

Vivo sin vivir en mí. Hace dos días que mi ibuk se estropeó, fundido a negro. No lo puedo recuperar y tengo dos libros que esperan impacientes a que sean leídos, aaaah!! ¿Cómo es posible que haya podido vivir sin él durante treintaytantos años y ahora esté volviendome loca?

Mi otra opción, que es muy sensata, es "pues coge un libro de papel", sí ya, eso que parece tan fácil de decir no es tan fácil de hacer. A saber, todos los libros que tengo en casa los he leído, no tengo ganas de releer, nadie me ofrece nada nuevo y cuando paso por la librería pienso "en formato ibuk es más barato" y no los compro. Así es que, entre el deseo de leer mis nuevos libros y el tacañerismo imperante en momentos de crisis, aquí estoy triste y sola sin que ningún libro me acompañe, y no puedo vivir, ...papá ¿por qué me enseñaste a leer y a querer tanto a los libros?

Lo peor de todo es que dentro del ibuk tengo una obra inédita que si no la recupero me va a doler. En fin, seguiré llorando por las esquinas hasta que el fundido a negro desaparezca. Espero que sea pronto.

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